jueves, 22 de diciembre de 2011

"Ella" - "It"


 
 
 "It"
Se despertó sobresaltada, un sudor frío recorria su espalda, tenía  una sensación extraña en el cuerpo. Hacía tiempo que no descansaba tan mal, desde su ultimo viaje a Irlanda, cuando la enviaron a realizar una entrevista "exclusiva" a un ex IRA. Estuvo varios dias mal, como debil sin motivo aparente. Solo recordaba que el terrorista del IRA le hablaba sin cesar, y a su lado estaba su mujer quien no dejaba de mirarla.
Tenía la calefacción bastante alta, pero sentia frio de igual manera. Sin embargo a ella no le disgustaba, al contrario la volvia loca. El hecho de pensar en acurrucarse bajo 2 toneladas de mantas le hacía tener ganas de ir a dormir. 
Estaba de vacaciones.  Asi que novio se mudo a su casa y estaba dormido junto a ella. Todo era perfecto. Sin embargo, algo le preocupaba hasta el extremo de no dejarle dormir. Tenía un regusto amargo en la boca del estómago y no sabía explicar porqué. Desde muy pequeña había tenido ese ... ¿don? ... Cuando las cosas se iban a poner feas su cuerpo le avisaba para que estuviera preparada ... El atropello de su hermano, la muerte de su padre, los cuernos de su ex ... siempre el mismo aviso ... como ahora.
Se levantó de mala gana a prepararse un cafe, mientras lo preparaba escucho a su novio que se levantaba de la cama y se metia en la ducha. Se asomo a ver como el agua tibia caía sobre la espalda de su novio, ella en lugar de calmarse tuvo una sensación incómoda. 

Afuera nevaba. El cielo, de un gris blanquecino, luchaba con la oscuridad para conservar ese azul pero iba perdiendo la batalla. La oscuridad se instalaba en él,  borrando todo tono de color. Pensó, por un segundo, que su vida era igual. 
Pero lo desechó rápido porque no era cierto. Él estaba con ella, en su vida, en su cama. Había decidido apostar al caballo perdedor. Quedarse a su lado cuando todos los demás se habían ido. Y por ello era afortunada. Y por ello su vida era perfecta.
Se miro al espejo y no se reconoció, su mirada estaba perdida, sus ojos enrojecidos. Estaba más blanca que nunca, más fría que nunca, incluso se sentia más peligrosa ... podía sentir que su novio olía tan bien ... ese olor que emanba del cuerpo de el, no podía mantener el control. Había sido un error aceptar que el venga a vivir con ella, tan guapo dentro de la ducha el agua amrcaba sus abodominales. Tan apetecible ... Creía que podría mantener la calma pero no. Ser un vampiro no ponía las cosas fáciles, ser un vampiro sin decírselo a el las complicaba todavía más. Y el instinto asesino, que surgía desde lo más profundo de su ser, era ya incontrolable.
Se metió en la ducha con el, impaciente, nerviosa. Se acerco a el, su novio lo interpretó como deseo. Y se entregó a élla. Lo que el pobre no imaginaba es que el deseo era de otro tipo. En menos de un suspiro el novio que tendido en los brazos de ella, inerte. Probablemente ni si quiera supo qué pasó. Ella lo abrazaba llorando, incapaz de hacer nada más. Le había arrebatado la vida. Nunca se lo podría perdonar.
A fin de cuentas era un vampiro, ¿qué podía hacer? Y el olía tan bien ... y ademas tenía mucha hambre ... Y ahora estaba sola de nuevo. Y permanecería así por toda la eternidad.

Dark Wolf

jueves, 15 de diciembre de 2011

"Red Sonja" una mujer guerrera -



 





SONJA, GUERRERA Y MUJER
SONJA, AND WARRIOR WOMEN


Es sabido que a los hombres les cuesta acceder con objetividad a las tesis feministas y, por lo común, suelen rebatir a una mujer que argumenta sobre su naturaleza social y humana tachándola de amazona o “hembrista” (por contraposición a machista). Y aún más si lo manifiesta públicamente, recurriendo de inmediato a repudiar lo absurdo de su posicionamiento e incluso llegando al rechazo violento...

El machismo sólo cabe justificarlo si adoptamos la postura del antropólogo, por cuanto la mujer siempre ha sido el más rico y plástico de nuestros símbolos. Ella nos ha servido para simbolizarlo todo: nuestro poder, nuestros ideales, nuestro estatus... ¿Cómo no iba a resultar difícil entonces aceptar el hecho de que para que ellas puedan ser un poco más tengan que significar un poco menos para los varones; que sólo podrán alcanzar cierto poder en la medida en que dejen de operar como símbolo de los hombres? Mas, ¡ay!, ese gesto de búsqueda de identidad femenina resulta opaco para los machistas, algo en lo que no pueden verse reflejados, una insurrección de nuestros propios signos masculinos. A los hombres se les hace muy cuesta arriba eso de derrumbar los mitos (la esposa modelo, la doncella delicada, el objeto sexual) erigidos por una sociedad de hombres...

En el nuevo siglo XXI, los hombres, asustados por la certeza de que las mujeres van a obtener por fin lo que les pertenece por derecho, corren a su lado para ofrecerles nuevos valores simbólicos, significados más modernos para que en ellos puedan reconocerse otra vez. Se vuelven pretenciosos hasta el punto de hacer de la mujer símbolo de lo que hay que recuperar: un mundo no predatorio, no tan pragmático, no tan deshumanizado, etc.

La nueva mujer, incentivada desde la contracultura de los años setenta, aparece como el arrecife con el que los nuevos varones encallan sin poder evitarlo. No obstante, ella ha venido representando hasta hoy una función puramente simbólica y, curiosamente, esa función ha sido compartida siempre con la del “salvaje”, la del bárbaro. En efecto, en los períodos racionalistas o ilustrados, el salvaje y la mujer eran el símbolo de la incultura y la barbarie; por el contrario, en los períodos románticos o melancólicos, han resultado ser los depositarios de las virtudes perdidas o sacrificadas por la civilización moderna. Este último es el caso de Conan y, por extensión, de Red Sonja y otros personajes femeninos asociados al cimmerio que enarbolaron hachas o espadas para luchar en la Era Hyboria. Tanto la pelirroja como el jayán cimmerio tienen vicios y virtudes comunes: la falta de control emocional o la consonancia orgánica con la naturaleza, por ejemplo. Pero ella representa esa imagen en grado superior ya que ese descontrol y arraigo lo tiene meramente como mujer y, por otra parte, también es una salvaje, una guerrera como Conan que se sobrepone a él como personaje reivindicativo. Sonja supone la aglutinación de lo salvaje en la mujer y de la fémina como luchadora por una identidad propia.

¿Se concluye que Sonja es feminista, pues? No, porque es una “salvaje” en un mundo de bárbaros que se integra en él como tal, adoptando una actitud romántica ante un mundo plagado de injusticias, no como mujer que trata de resolver problemas de carácter social. Y, tampoco, porque Sonja lucha contra la incomprensión y contra la violencia, mas no con intención de liderar un movimiento contra la brutalidad masculina por razón de haber sido violada de niña, más bien porque odia a los hombres debido a su palmaria brutalidad, simplemente.

Esteban Maroto recurrió a sus habituales herramientas estéticas para vestir a Sonja de un modo algo ridículo, casi hortera, con aquel bikini metálico. Pero es que Sonja iba dirigida a un público lector masculino y esa cota de malla de verano despertaba la libido de sus admiradores, y muchos lo eran simplemente por esa incitación sexual decadente e ingenua al mismo tiempo. O sea, que la tomaron como un arquetipo masculino más, chica-carnosa-y-rebelde dispuesta a ser doblegada por nuestra retorcida mentalidad, algo que le vino de perlas a Frank Thorne, que era muy dado a cierta promiscuidad y a un fetichismo reprobable, y con razón, por parte del sector femenino. Por eso la colección de Sonja fue etiquetada por muchas lectoras como la de una feminista con espada.
Si la espadachina ha parecido una abanderada del feminismo en los cómics, ha sido así porque los hombres se ven en sus viñetas como objetivo de su agresividad sexual. El personaje en sí parece estar por encima de toda esa reflexión sobre el compromiso social o la castración figurada, y se abandona a la aventura. Sonja siempre fue una aventurera, no una activista, se concluye. Es decir, la hyrkania representa, en cierto modo, lo que rechazamos y a lo que aspiramos los hombres: la mujer como representación que nos hacemos de aquello que hemos de recuperar. Y la Sonja que hemos de recuperar es la Mujer, con mayúsculas, la que no nos merecemos.
Dark Woflf (adaptado)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

HOT DEVILS- "When the demons love women"


Toman formas humanas o demoníacas y su propósito es el de hurgar entre los genitales de sus víctimas. Merlín, el mago del Rey Arturo los citó en varios de sus escritos, afirmando que las mujeres podían quedar embarazadas de tales demontres cuyos vástagos denominaba ‘cambions’. Shakespeare menciona al demonio ‘Mab’ en La Tragedia de Romeo y Julieta ‘…cuando las doncellas yacen sobre la espalda, las oprime y les enseña por primera vez a parir. Haciendo de ellas mujeres de buena montura’.
De acuerdo a las ciencias paranormales, los  íncubos y súcubos –demonios en forma de hombre o mujer respectivamente- se posan sobre su objetivo mientras duerme, paralizándolo mientras lo penetra o en el caso de los súcubos, produce una erección en el hombre y se monta en él. Éste puede verlos y vivir el abuso pero no puede moverse ni respirar. Los íncubos y súcubos tienen los genitales helados y cortantes. Conocidos como El Trauco (Chile), Alp (Alemania), Liderc (Hungría), El Kurupí (Paraguay) o el Popobawa  en Tanzania, donde en 1995 se reportaron en varios hospitales de Zanzíbar, docenas de ataques de este ser, descrito como un cíclope con cuernos, cuerpo de hombre y alas de murciélago. El granjero Mjaka Hamad fue entrevistado por the X-Project Paranormal Magazine quienes corroboraron que presentaba signos de haber sido abusado analmente y su familia afirmaba haber presenciado la violación.

La ciencia lo explica como ‘parálisis del sueño’ combinado con pesadillas vívidas o estado hipnagógicos e hipnopómpicos. De acuerdo al Dr. Al Cheyne del Departamento de Psicología de la Universidad de Waterloo, ‘Es una condición en la que el individuo, generalmente en posición supina, no está ni despierto ni dormido y experimenta parálisis por algunos segundos debido a la segregación de hormonas durante la fase MOR del sueño. Entonces la mente trae imágenes que parecen vívidas de situaciones o criaturas fantásticas.’ ¿Será? ¿Será que tantos hombres en Tanzania se imaginaron al mismo espécimen? ¿Y cómo explican la ruptura anal de Mjaka?

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Sugestivas fotos eroticas - Suggestive erotic photos


You do not need words, the images speak for themselves








La proxima luna llena - The next full moon

  La próxima luna llena

Fue en el mes de febrero. Los días transcurrían calurosos. Él sol atravesaba todo él cielo sin una nube que lo bloqueara. Los pastos resecos del campo crujían ante el mínimo soplo de viento, y multiplicado miles de veces, aquel sonido a pampa reseca se paseaba por aquel vasto paisaje.
Siempre que podía, Miguel iba hasta el arroyo, a refrescarse en sus aguas claras.
Cruzaba por el campo, espantando a su paso a cientos de pequeñas langostas que saltaban y volaban en todas direcciones. Luego entraba al monte por un sendero angosto y serpenteante. Al final del sendero estaba la orilla del arroyo, sembrada
de piedras arredondeadas por el tiempo y el agua.
El arroyo estaba plagado de pececillos plateados, nadando de un lado a otro en cardúmenes inquietos.
Ese día Miguel estuvo nadando hasta que él sol se ocultó en el horizonte. Una luna llena, amarilla y grande, ya se elevaba por encima del monte; por lo que el paisaje se oscureció muy poco.
Conciente de que ya era tarde, se apuró en cruzar el sendero del monte.
A pocos metros del campo, vio a un animal grande pasar al trote frente al sendero. Era muy grande para ser un perro, y tampoco era un ternero. Era algo más.
Corría de forma diferente, sus patas traseras eran más largas que las delanteras. Miguel paró de caminar, como detenido por una pared. La extraña apariencia de aquel ser le había causado un terror súbito, que paralizó sus piernas.
La criatura también se detuvo y volteo hacia él, luego avanzó agazapado. Unos pocos pasos y la criatura estaba a su lado, olfateándolo. Después de dar una vuelta alrededor de Miguel, la criatura se marchó.
Extrañamente su miedo había desaparecido. Había encontrado algo familiar en aquella criatura. Era un conocimiento que escapaba a la razón; pero era muy claro, como un instinto, podía sentirlo.
Cuando llegó a su casa su madre preparaba la cena.
- ¿Dónde está Papá? - le preguntó Miguel.
- Tuvo que salir. Mañana vuelve.
- Lo vi Mamá. Papá es un hombre lobo. Lo vi en el campo.
Su madre dejó lo que estaba haciendo, después de unos segundos de silencio habló:
- Bueno, ya era hora de que te dieras cuenta. Dentro de poco a vos también te va a pasar lo mismo, probablemente en la próxima luna llena. 

Cuento de Jorge Leal en www.cuentosdeterrorcortos.blogspot.com 

lunes, 5 de diciembre de 2011

The crucifix is ​​a brief account of heresy - El crucifijo historia de una herejía

 Warning: Content not suitable for people with religious beliefs may offend. You've been warned
 Advertencia: Contenido no apto para personas con creencias religiosas, pueden ofenderse. Han sido avisados



"El Crucifijo"

Se arrodillo una vez frente al crufifijo que tenia en su cama, ya había perdido la cuenta de las veces que se planto frente a El. La vida del Monasterio era rutinaria y tediosa. Puertas adentro no parecia un monasterio si no mas bien el mismo infierno, muchas veces se cruzaba por su mente, que al menos en el infierno no eran Hipocritas. 
Su decisión estaba tomada, las aberraciones que cometía el hipocrita del Monseñor le habían rebalsado la paciencia. Aquella iba a ser la tarde en la que por fin lo hiciera. Llevaba mucho tiempo pensándolo y ya estaba todo decidido. Iba a terminar con las cadenas que la ataban a aquella vida de mierda de la manera más rápida y los mas hereje posible. Se acercó hasta su cama y miro fijamente el crucifijo que había sobre ella. Lentamente se quitó el hábito de monja que tanto le había jodido durante aquellos años y, completamente desnuda, miré desafiante al Crucifjo, se imaginaba al monseñor clavado ahi, mientras ella le ponia los clavos en el cuerpo de él.
La joven dice:
-Tú poder sobre mí, se termina aquí.
 Y con toda la determinación que había acumulado en las últimas semanas, lo descolguó de la pared y lo sopeso en sus manos. Tenía el tamaño adecuado. Lo acariciaba lentamente y le escupió varios salivazos hasta embadurnarlo por completo. Al principio le dio asco, pero no más del que ya daba sin ellos. 

Se tumbó sobre la cama, se abrio de piernas, cerro los ojos y dejo su imaginación volar hacia los placeres que el infierno le ofrecía, suavemente se lo metio en su vagina. Pero aún así le dolía, el muy cabrón hasta en eso le hacía daño, pero no iba a parar. Ya no.
Con mucho cuidado para no desgarrarse nada ahí abajo, empezo a meter y sacar el crucifijo. Pronto dejo de notar el dolor y empezo a atisbar el gustito característico de todas aquellas caricias que había tenido que reprimir durante tantos años y por las que se había sentido tan culpable cuando no lograba resistirse a la tentación.

La joven aumento el ritmo y el placer creció. ¡Qué maldita pecadora era y qué gusto le daba! Cada vez sentía más cosquillas en la tripa y cada vez aumentaba más el ritmo. Ya cuando la temperatura se le subió, empezo a tocarse uno de sus grandes y  turgentes pechos, rozándose el duro pezón y pellizcándoselo suavemente con dos dedos. Lo mismo hizo con el otro y luego hizo que la misma mano se deleitase con su barriga. Se metio un dedo en el ombligo y penso que era una lástima no tener otro agujero ahí. La joven pensaba en todas las cosas que se podrían hacer con el crucifijo.

Sin dejar de menear el crucifijo dentro de su sexo, dejo que su dedo se deslizase por su costado hasta llegar al colchón y, levanto apenas sus nalgas, lo coloco entre su cuerpo y las sábanas. Se tumbo de nuevo sobre la cama y se acaricio delicadamente su ano antes de hacer presión en él. Profano su culo y fue la  primera vez que cometió el gravísimo pecado de la sodomía. Era toda una hereje y a la joven le encantaba.

Dejo el dedo ahí quieto ya que no era capaz de mover los dos brazos a la vez y se concentro en el crucifijo. Lo metía, lo sacaba y lo volvía a meter tan rápido como podía. El cosquilleo continuó, la intensidad del placer aumentó. Su respiración se agitaba cada vez más y comenzaba a jadear. Su columna se arqueó, su ano se apretó en torno al dedo y le sobrevino la mayor oleada de placer que jamás haya tenido. Fue el mejor orgasmo de toda su vida.