"La mujer lobo de Posillipo - Italia"
Lupo donna di Posillipo
Esta mujer lobo se llamo Yolando Pascuchi, y nació en Roma en el año 1921, y según cuentan tuvo los primeros síntomas de conversión a los 12 años, durante las noches de luna llena experimentaba un orgasmo que le subía hasta la garganta, mientras la furia le deformaba el rostro y el corazón le latía de una forma cada vez más violenta, con la boca llena de baba y los ojos dilatados, sentía una inmediata necesidad de abundante agua con la que apagaba el fuego infernal y con la que frenaba el grito horrible que le salía de lo más profundo de su ser, con el paso de los años las crisis se fueron espaciando y se atenuaron, la chica curso magisterio y se casó con un músico (con el que tuvo dos hijos guapos y fuertes), el marido no sabía nada pero tres semanas después de la boda, la mujer presintió los síntomas del conocido ataque y con tal de que el marido no pudiera verla en aquel estado se escapó de su casa y no volvió hasta el amanecer, fue necesaria una explicación y esta resulto muy penosa, siguieron algunos años de tratamientos inútiles y de altibajos en las relaciones del matrimonio, al final la mujer se tuvo que ir a Nápoles para esconderse de los conocidos y para estar junto al mar en los momentos críticos, el mar además no estaba tan helado como las fuentes romanas, pero el dinero que le pasaba el marido era escaso, una noche la mujer fue detenida en una sala nocturna y fue sometida al ultraje de una revisión dermosifilopática, después de la cual fue internada en un hospital de incurables, en donde la ataron a la cama en la repetición de un ataque, pero la crisis tuvo lugar igualmente y con la cara contraída y llena de baba emitió unos gritos tan impresionantes que incluso los paralíticos que durante años no abandonaban la cama huyeron de rodilla arrastrándose.
Después de algún tiempo consiguió de todos modos ser puesta en libertad y nació la leyenda de la loba de Posillipo, durante las noches en que la luna llena iluminaba el mar, e invitaba a la pesca, un grito helaba la sangre, se trataba de un grito lacerante y largo que bajando de tono, acababa en una especie de gruñido, los pescadores habían hecho bendecir las olas, llevando un sacerdote hasta el mar, algunas personas vieron como una figura desnuda semejante a una fiera se precipitaba hacia el mar y un pescador que se hallaba en los alrededores sintió en su carne la herida de un fuerte arañazo, finalmente la policía consiguió detener a la mujer que no recordaba nada de esta agresión y que solo sabía que cuando tenia una necesidad urgente de agua fría todo lo que se interponía en su camino era un obstáculo que debería vencer, a la mañana siguiente y durante aquella noche mirándose las uñas llenas de sangre sospechó que había efectuado una agresión pero había preferido no pensar en ello, durante aquellos días llevaba siempre consigo algunos trozos de alcanfor para calmar a su propio corazón, después de tan terrible crisis.
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